Leyendo la entrada de Víctor, me vino a la cabeza el último partido que jugué con la universidad de Valencia el jueves pasado.
Os cuento:
Estábamos jugando un partido de fútbol sala contra la Universidad Politécnica de Valencia, este partido era muy importante para nosotras, ya que si lo ganábamos poníamos el primer pie hacia la final, además de ganarlo, necesitábamos marcar muchos goles para tener más oportunidades para la final.
Yendo a la cuestión, quedaban unos 2 minutos de partido (en fútbol sala, en 2 minutos se pueden marcar muchos goles), expulsaron a 2 chicas del otro equipo por insultar al arbitro, es decir, jugábamos nosotras 5 contra 3 chicas del otro equipo.
El partido estaba a nuestro favor, 5-0, pero aún así necesitábamos más goles, sin embargo, cuando el arbitro expulsó a esas 2 jugadoras, nuestro entrenador nos dijo que no atacáramos, que solo manteniéramos el balón para perder tiempo y que acabara el partido.
Sinceramente me pareció un gesto de honradez, porque podríamos haber aprovechado la situación para haber aumentado la cuenta de goles, sin embargo, nos pusimos en la piel de nuestras adversarias y pensamos que si nos pasara a nosotras, también nos gustaría que tuvieran ese gesto.
Con este relato quería mostrar, que los valores y la racionalidad también se dan en movimiento y en los deportes, y que aunque sean competiciones importantes, nunca se puede perder la moralidad.
Me parece un gran acto el de vuestro entrenador y el de vosotras por supuesto. En muchas ocasiones en el deporte se pierde la moralidad por completo, queriendo ganar y aplastar al adversario a toda costa. Aquí te dejo un vídeo en el que un jugador de fútbol mete un gol con la mano y ante la reacción de los jugadores contrarios, su moral humana le hace confesar. Buena entrada y suerte en la competición, os la merecéis.
ResponderEliminarMuchas gracias Pablo, me alegro que te haya gustado.
EliminarMuy buena conexión! Ya sería estratosférica si, además, pusieras alguna cita de Arnold (o de otro autor) que sirviera para comprender mejor esa situación.
ResponderEliminarBuen ejemplo, pero como he comentado en la entrada de Víctor, aquí también tengo mis dudas. En ese momento ganabais por una diferencia significativa de goles que ya os permitía si no tener el pie entero algo de el en la final, o con ese resultado ya no tenéis ninguna posibilidad de jugarla? Lo que observo yo es que con ese resultado ya tenéis bastantes posibilidades de jugarla, si no es que la jugabais ya, entonces fácil tener esa reacción como entrenador. Mi pregunta es, si hubierais necesitado 10 goles más para poder jugar la final, sería la misma reacción la del entrenador y la vuestra?
ResponderEliminarCon esto quiero decir que tienen que juntarse varios factores para que salgan los buenos actos, ser honrado, etc., o por lo menos eso es lo que pienso yo.
Josep, buena crítica, me explico, sí que necesitábamos más goles, porque así como vamos en la competición, si empatamos o perdemos alguno de los partidos que nos quedan estaríamos fuera, porque el equipo que va primero tiene más goles que nosotras, por lo tanto, a goles nos ganan y por lo tanto pasarían ellas. Después de haberte aclarado esto, te tengo que dar algo de razón, porque a todo el mundo le gusta ganar a toda costa, y a veces, a posta o sin querer realizamos acciones inmorales con tal de obtener lo que deseamos.
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