lunes, 4 de noviembre de 2013

Que me ha supuesto leer "Mal de escuela"

Una de las cosas que considero que más me ha aportado este libro es poder entender mejor a esos malos estudiantes, que creo que en algún momento de nuestra vida hemos sido, aunque sea solo por un periodo corto de tiempo.
Gracias a como explica este libro de forma autobiográfica la vida de Daniel, me ha hecho ponerme en la piel de muchos de mis compañeros que he tenido a lo largo de mi vida. Sinceramente yo siempre he sido una chica bastante aplicada y con facilidad para el estudio, por eso desconocía como podía ser la vida de un zoquete. Es por eso, que cuando más me identifiqué fue en este fragmento del libro:

Lo cierto es que una de las acusaciones que con más frecuencia hacen la familia y los profesores al mal alumno es el inevitable «¡Lo haces adrede!». Bien como imputación directa («¡No me vengas con historias, lo haces adrede!»), bien como exasperación consecutiva a una enésima explicación («¡Parece imposible, lo haces adrede!»), o bien como información destinada a un tercero, que el sospechoso habrá captado, digamos, escuchando tras la puerta de sus padres («¡Te digo que ese mocoso lo hace adrede!»). Cuántas veces oí yo mismo esta acusación y la pronuncié más tarde, con el índice señalando a un alumno o a mi propia hija, cuando aprendía a leer, cuando silabeaba un poco. Hasta el día en que me pregunté qué estaba diciendo.
Lo haces adrede.
¿Cuantas veces habré creído que un compañero que contestaba mal una pregunta evidente lo hacía adrede?
Sinceramente, muchísimas veces, pero gracias al libro me ha hecho reflexionar y saber que no lo hacen adrede, sino que no lo saben realmente o que no han entendido ni siquiera la pregunta.
Creo que este libro le viene muy bien a futuros profesores para que puedan entender el sufrimiento de sus malos alumnos, y los puedan ayudar de la mejor forma posible.

Hoy expondré en clase con una representación esto que comento aquí, espero que os guste y la disfrutéis.
Saludos!

2 comentarios:

  1. Estoy de acuerdo contigo cuando dices que hay alumnos que responden cosas falsas ante las preguntas que un profesor puede hacerles, ya que realmente no las saben; sin embargo y bajo mi punto de vista, creo y lo digo porque en mi entorno escolar he convivido con gente así, que hay alumnos que aún sabiendo la respuesta la fallan "adrede", bien para captar la atención del profesor o bien para captar la de un determinado sector de la clase, el "rebelde" por así decirlo.
    Esto ocurre mucho en la adolescencia, ya que muchos chicos y chicas tienen miedo de hacer las cosas bien por miedo a que se les tache de empollones, una catalogación de la que la mayoría de los jóvenes huyen ya que está visto como algo malo.
    Personalmente creo que debería de intentar cambiarse esta visión de la persona aplicada, ya que así nos ahorraríamos que un gran número de estudiantes acabasen con fracaso escolar.
    ¡Un saludo Brenda!

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    1. Mi opinión es que aquellos que responden una pregunta con una respuesta "graciosa"(absurda), se debe a que realmente no saben la respuesta, y para no quedar como unos zoquetes delante de los compañeros, crean una respuesta que cree gracia para que así sus compañeros los cataloguen como graciosos y no como zoquetes.
      ¡Gracias por aportar tu punto de vista Ester!

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